Las redes inalámbricas se han convertido en las reinas de las redes empresariales principalmente por su eficiencia y su rentabilidad. Es mucho más fácil establecer un usuario con una conexión de red inalámbrica que instalar una compleja red interna (Ethernet) que va conectada principalmente, a través de una compleja red de cableado. La conveniencia de las redes inalámbricas viene también dada por su precio. Pero cuidado con su acceso: la conexión por cable controla que equipos se conectan a la red, mientras que de manera inalámbrica, cualquier dispositivo puede tener acceso.
Debes tener cuidado con las amenazas que pueden afectar a tu red inalámbrica. Aparte de la intrusión de aquellos usuarios no autorizados que puedan espiar tus comunicaciones, existen diferentes amenazas que pueden crearte problemas:
• Suplantación de comunicación interna: este es un ataque desde el exterior de la red. Si un atacante puede conectarse vía WLAN, puede suplantar las comunicaciones que parecen venir de los dominios internos. Los usuarios confiarán en esas comunicaciones y pueden terminar dando datos personales que pueden producirles problemas.
• Robo de recursos de red: pueden conectarse y secuestrar tu ancho de banda para navegar por la Web. Pueden aprovechar el tu red para descargar música, películas, etc. Esto afectará a los recursos y al rendimiento de la red de los usuarios legítimos.
Debes proteger tu WLAN. La segmentación de la misma, es utilizada por muchas organizaciones para romper la red en partes más pequeñas,. De esta manera se consiguen “compartimentos” más manejables. De esta forma podrás ampliar tu red, reducirás su congestión, los problemas se solucionarán de manera más eficiente, y se mejorará la seguridad.