Los virus, esos programas maliciosos temidos por todos los usuarios de internet, su uso es casi tan antiguo como el uso de las computadoras. Los tiempos cambian, la tecnología evoluciona y los virus también. Ahora se expanden por otros medios de los cuales no teníamos en consideración hasta hace muy poco, ayer dábamos la noticia de un virus que hay por Facebook y hoy le toca el turno a los smartphones con Android.
Android Market se ha convertido en el centro de descargas de aplicaciones de millones de usuarios, en él podemos encontrar desde aplicaciones de gestión como multimedia y por supuesto videojuegos. Es en estos últimos en los que un nuevo virus ha hecho acto de presencia, en forma de videojuegos falsos con nombres de franquicias importantes a precio gratuito y con tan sólo enviar un sms de texto.
Mientras Google celebraba que había superado los 10.000 millones de descargas en Android Market un total de doce juegos con código malicioso se colaban entre sus filas. Bajo el nombre de conocidos videojuegos como ‘Angry Birds’, ‘Assassin’s Creed’, ‘Need for Speed’ o ‘Cut the Rope’ estas aplicaciones falsas simulaban ser el videojuego real, el cual se descargaba de forma gratuita y tenía un coste de un sms a un número premium, después de enviar el sms el proceso de instalación pedía permisos de administrador del sistema.
Al permitir que la aplicación adquiriese dichos permisos le dábamos libertad para realizar acciones tales como enviar, editar y leer tanto SMS como MMS, conectarse a internet y leer, modificar o borrar el contenido de la tarjeta de memoria SD.
Google ya ha tomado cartas en el asunto y ha retirado las aplicaciones de su plataforma de descarga, no obstante consta que alrededor de 10.000 terminales han sido infectados ya. Algunas empresas especializadas en seguridad informática y fabricantes de antivirus han criticado la política de Google para hacerse desarrollador de Android, ya que por unos 20 euros ya podemos empezar a publicar nuestras aplicaciones, si nuestra cuenta resultase eliminada tan sólo debemos abrir otra mediante otros 20 euros, así de sencillo.
Pero independientemente de la política de Google sí que recomendamos que cada vez que se descargue una aplicación se lean atentamente las pantallas de solicitud de autorización, y que concedan los permisos necesarios sólo si estamos seguros de la procedencia del software.