La licencia Creative Commons no significa que no se reconozcan derechos de autor


Creative Commons es una asociación estadounidense sin ánimo de lucro que gestiona derechos de autor. Una suerte de SGAE, vamos. Se han afiliado a Creative Commons muchas otras asociaciones de países de todo el mundo para gestionar los derechos de autor de sus asociados. En España, la institución afiliada y que gestiona los derechos es la Universidad de Barcelona (UB).

Pero no siempre queda claro que una obra inscrita en Creative Commons tiene tantos derechos (que no se deben violar de forma ilegal) como cualquier obra que esté inscrita en otras asociaciones como la SGAE o Egeda. Lo que hace Creative Commons es dar libertad al autor sobre la elección de hasta que punto quiere proteger su obra: sólo reconocimiento, que se pueda explotar con usos no comerciales, que no se puedan crear obras derivadas o que sí se permitan obras derivadas, siempre que mantengan la misma licencia. En resumen, los trabajos Creative Commons sí tienen copyright o derecho de autor. Aunque ellos prefieren llamarlo copyleft para diferenciarse.

Y cuando los derechos de autor no son respetados, se debe pagar una multa por ello. Es lo que ha decidido un tribunal de Bélgica, que ha condenado a una empresa que organizaba un festival de teatro a pagar 4.500 euros por daños y perjuicios a los integrantes de un grupo musical por violar las licencias Creative Commons.

El grupo se llama Lichôdmapwa y compuso, en 2004, una canción de título «Aabatchouk» que colgó en una página web para que estuviera disponible para quien se la quisiera descargar… pero bajo licencia Creative Commons. Es decir, que la descarga de la canción era libre, sí, pero si se cumplían tres condiciones: indicar quién la había compuesto, no usarla con fines comerciales y no crear obras derivadas.

La organizadora del festival de teatro utilizó el tema como música de fondo para la promoción audiovisual del festival del año 2008. El grupo de música Lichôdmapwa pidió a la empresa organizadora del evento regularizar la situación, pero no les hicieron ningún caso, así que finalmente se decidieron a interponer una demanda por incumplimiento de las obligaciones de la licencia Creative Commons. O sea, por violar los derechos de autor de su canción. La sentencia final ha sido una multa para la organizadora del festival de 4.500 euros, 1.500 euros por cada término de la licencia violado.

Así, los tribunales belgas han dado la razón al grupo musical, ya que la licencia Creative Commons ha sido reconocida ya por tribunales holandeses, españoles e incluso estadounidenses.

1 comentario

  1. Necesaria e importante la funciòn que cumple Creative Commons, en defender los Derechos de Autor, serìa de gran utilidad que se incorpore, o eduquen en Sudamerica a la Prensa en general.
    Establecer una fecha para ejecutar su pràctica si o si.

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