Los frigoríficos también evolucionan. El mundo de la tecnología no solo rueda para que haya mejores televisores, smartphones que hacen de todo o drones capaces de sobrevolar los cielos con tamaños de todo tipo. Fabricantes como Hisense hacen posible que los electrodomésticos den un paso hacia el frente, motivo por el cual hoy podemos hablarte de la nueva gama de frigoríficos que han lanzado al mercado.
No son cool, son supercool. Lo dice Carmen Lomana, que de eso entiende un rato. La famosa empresaria, colaboradora de televisión y coleccionista de alta costura ha participado en el anuncio de la multinacional para contarnos que está encantada con lo silenciosos que son los frigoríficos Hisense de nueva hornada.
Pensarás que te han robado el frigorífico
Con menos de 37 decibelios (dB) no se puede decir otra cosa. Es complicado darse cuenta de que en la cocina hay un frigorífico, ya que apenas podemos percibir los clásicos ruidos que suelen hacer estos electrodomésticos tan imprescindibles.
La culpa la tiene un sistema de ventilación y compresores de lo más eficiente. Sin renunciar a un rendimiento de primera han demostrado que es posible reducir el nivel sonoro hasta límites insospechados.
Un privilegiado de la tecnología
Otro aspecto positivo tiene que ver con la clase A+++ que se han ganado a pulso por su bajo consumo. Para que te hagas una idea, los nuevos frigoríficos Hisense consumen hasta un 47% menos de energía que otros frigoríficos de clase A+. Casi nada.
Su alarde tecnológico prosigue con el sistema de refrigeración Surround Cooling System, que distribuye el aire de manera uniforme por todos los rincones del frigorífico para conseguir una temperatura constante que alarga la frescura de los alimentos.
Podemos continuar con el sistema Dual-Tech Cooling, que en este caso tiene como misión encargarse de que las condiciones de humedad sean óptimas en todos los apartados del congelador y la nevera, algo que repercute de forma positiva en los alimentos, puesto que evita que se sequen. Además, también se evita la desagradable mezcla de olores que a veces nos echa para atrás al abrir el frigorífico.