Quizá nunca antes te hayas planteado dejar de usar el sistema operativo de Windows. Casi todo el mundo lo utiliza hoy en día, es muy cómodo y durante todos los años que llevas usando el ordenador solo has trabajado con él. Pero si estás al tanto de la actualidad tecnológica, ya deberías saber que el final de Windows XP se aproxima. Microsoft solo ha ofrecido soporte antimalware de este sistema operativo hasta el año 2015. ¿Y después qué?
La razón es que Microsoft quiere que te migres a su nuevo sistema operativo: Windows 8. Un sistema que hasta el momento no está dando los resultados deseados, ya que la mayoría de sus usuarios lo han desinstalado para poner en el ordenador Windows 7. No obstante, una de las opciones para hacer frente al final de Windows XP para por migrarlo a Linux. Te contamos por qué.
Menos amenazas
Seguro que eres uno de los que ha tenido que recurrir a copias piratas de Windows para poder utilizarlo en tu ordenador. Esa práctica es ilegal puesto que el conocido software de Microsoft no es gratuito. Puede llegar a costar más de 100 euros su licencia de uso. Sin embargo, Linux sí que es gratuito y ofrece las mismas ventajas que Windows. Si bien la interfaz de tu ordenador será algo distinta, pero solo es cuestión de aprender a manejarla.
Linux utiliza discos de instalación automatizados. Esto es, se te guiará durante todo el proceso de instalación del software. Por si fuera poco, Linux posee un sistema Live CD que te permite probar el sistema antes de que lo instales. En Windows esto no ocurre.
Es mucho más seguro que el software de Microsoft. En Linux el nivel de amenazas se minimiza. Además, se trata de un sistema operativo que ocupa muy poco espacio y que se puede instalar sin problemas tanto en un ordenador viejo como en uno de los más modernos del mercado.