Desde el pasado 20 de diciembre de 2010, los fabricantes y distribuidores que lo deseen, pueden incorporar la nueva etiqueta energética de la Unión Europea a los televisores. Sharp ha comenzado a lucir en varios modelos esta etiqueta. Los televisores de la gama Aquos serán los primeros dispositivos de la marca que ofrecerán al consumidor la información detallada sobre el gasto energético del producto.
Muchos consumidores valoran positivamente esta información a la hora de adquirir un producto, así que la etiqueta ecológica se convierte en un valor añadido a las características meramente tecnológicas como ofrecer imágenes más reales, mayores posibilidades de conectividad o un sonido envolvente.
Sharp se beneficiará de esta normativa porque ha optimizado el ahorro energético en sus nuevos televisores de LCD de la gama Aquos con la tecnología Quattron. Son en total 37 modelos de televisor, un 85% de la gama actual de Sharp, los que ya cumplen con los requisitos para ser clasificados como los más eficientes desde el punto de vista energético, en el escalafón superior de la etiqueta ecológica de la Unión Europea. Entre otros, el televisor con la primera pantalla 3D con cuatro colores (añade píxeles amarillos al clásico RGB).
Estos modelos han conseguido la eficiencia energética gracias a la tecnología Quattron, que reduce significativamente el consumo de electricidad en comparación con los tradicionales televisores de pantalla plana que poseen una estructura de píxeles y una retroiluminación RGB. Esta mejora beneficia tanto al medio ambiente como al bolsillo del consumidor.
Sharp apuesta por valores de sostenibilidad desde la producción en su fábrica de televisores LCD en Sakai, Japón. Esta fábrica está iluminada por más de 100.000 bombillas de tipo LED, lo que supone un ahorro de unas 18.000 toneladas de dióxido de carbono al año. Su próximo objetivo es complementar el suministro de energía de la fábrica con un sistema de energía solar para así generar su propia electricidad.