Cada vez más, mucha gente necesita enviar información confidencial por correo electrónico. Es por eso que cada vez es más importante asegurarse de que los documentos enviados por correo electrónico no son falsificados. Para tener la certeza de que los mensajes que envíes no pueden ser interceptados y leídos por nadie que no sea su destinatario debes preocuparte por conseguir que estos mensajes sean muy seguros.
Mediante el uso de «certificados o identificadores digitales» se puede probar la identidad de las transacciones electrónicas de forma similar que si te identificaras con tu DNI en cualquier sitio público. ¿Cómo funcionan los identificadores digitales? Una ID digital se compone de una «clave pública», una «clave privada» y una «firma digital». Al firmar digitalmente tus mensajes, estás añadiendo tu firma digital y la clave pública al mensaje. La combinación de una firma digital y la clave pública se llama «certificado«.
Los destinatarios pueden utilizar su firma digital para verificar su identidad. También pueden usar su clave pública para enviar correos cifrados que sólo tú podrás leer usando la clave privada. Con el fin de enviar mensajes cifrados, tu libreta de direcciones debe contener certificados digitales para los receptores. Cuando un destinatario recibe un mensaje cifrado, su clave privada se utiliza para descifrar el mensaje para la lectura.
Antes de poder empezar a enviar firmas digitales en los mensajes, debes obtener un identificador digital y configurar tu cuenta de correo para poder utilizarlo. Si vas a enviar mensajes cifrados, tu libreta de direcciones debe contener un identificador digital para cada destinatario. Los Certificados Digitales son emitidos por entidades de certificación independientes.