Se llama Torobo-kun, es japonés y se convertirá en el primer robot en ir a la universidad. O, al menos, podría ir, ya que ha pasado las pruebas de acceso. Según los resultados, Torobo-kun podría estudiar en el 70% de las facultades de Japón, lo que ya son resultados mejores que los de muchos estudiantes mediocres.
El robot ha sido diseñado y fabricado por el Instituto Nacional de Informática de Japón. También han colaborado una serie de empresas japonesas. Torobo-kun es especial en su género (¿tienen los androides género?), ya que puede reconocer palabras y resolver problemas de lógica complejos.
Cualquier ordenador tiene una capacidad de cálculo muchísimo mayor que una persona, por muy inteligente que sea ésta o por muy bien que se le den las matemáticas. Pero ni el ordenador más potente del mundo puede superar al ser humano en ciertas tareas, como la capacidad de comprensión abstracta o el reconocimiento de enunciados complejos. Por ello, se inventaron los lenguajes de programación: hay que pasar a lenguaje informático (básicamente, a ceros y unos) todo lo que queramos transmitir al procesador.
Pero Torobo-kun es un adelantado, ya que es capaz de comprender frases complejas (del lenguaje humano) sin necesidad de traducción. Los investigadores decidieron probar sus habilidades como se prueba a los japoneses que quieren ir a la universidad: con un examen de selectividad. Las asignaturas relacionadas con los idiomas fueron las que más le costaron: el inglés y el japonés.
Otras asignaturas, se le dieron mejor, como historia japonesa o historia mundial. Como no podía ser de otra forma, las mejores calificaciones las obtuvo en matemáticas: gran capacidad de cálculo, rapidez y una concentración a toda prueba.
Objetivo: estudiar en la prestigiosa Universidad de Tokio
Finalmente, Torobo-kun logró una nota media de nivel A. En Japón, con esta calificación se puede estudiar en 403 de las 579 universidades privadas del país. Sólo los centros más elitistas no aceptarían al robot más inteligente.
El proyecto va a continuar. Su objetivo es preparar a Torobo-kun (o a alguna versión mejorada que quizá se podría considerar su hermano) para que supere las pruebas de la Universidad de Tokio, la más prestigiosa del país, en 2021. Y después, ¿quién sabe si podrá trabajar para ganarse la vida?