En un mercado, como es el de los teléfonos móviles, donde parece que la sencillez de diseño y la facilidad de eso están mal vistas, no deja de sorprender el relativo éxito que ha cosechado el modelo Bic Phone, un teléfono casi de usar y tirar. O, visto de otro modo, de comprar y llamar.
El móvil Bic se encuentra totalmente listo para usar nada más comprarlo y sin ningún compromiso. Desde el momento que se saca del envoltorio, ya se puede hacer una llamada. Viene con la batería cargada, con la tarjeta sim insertada (en el caso de España, de la compañía Orange) y con un número de teléfono asociado. El teléfono móvil Bic es de tarjeta prepago, por tanto, se podrá recargar por las vías habituales que permite este tipo de dispositivos, es decir, cajeros, gasolineras, estancos, la página web de la compañía, grandes superficies, etcétera, y desde sólo cinco euros.
La oferta del móvil Bic incluye doce euros (en España) de saldo inicial para realizar llamadas y enviar mensajes SMS al mismo país bajo la red de cobertura de la compañía que lo comercializa. El precio recomendado de venta al público es de 19 euros. Pero lo que caracteriza a este modelo, aparte de su bajo precio e inmediata disponibilidad, es la facilidad de uso y que, al contrario que el resto de modelos de la competencia, se centra en lo esencial: realizar y recibir llamadas y mandar y recibir mensajes SMS.
Este teléfono ha tenido el suficiente éxito (se vendieron cien mil unidades del anterior modelo) como para sacar una segunda versión que mejora levemente el diseño y renovar el acuerdo de comercialización con la compañía Orange. El fabricante del teléfono más minimalista es TLC. En esta nueva versión, el usuario también dispondrá de radio FM.
La línea asignada dura hasta doce meses desde el momento que se realiza la última recarga de saldo. Sin pretender caer en tópicos, por las anteriores características y por su resistencia, es un móvil ideal para personas mayores y, también, para los más pequeños. Sólo pesa 61 gramos.