Algunos gobernantes no tienen la capacidad de adaptarse a los nuevos tiempos. Viven en el pasado. En un sistema caduco, sin sentido. La tecnología cambia el mundo y hace avanzar la sociedad. Por fortuna, otros políticos sí hacen el esfuerzo por entender el nuevo paradigma.
Dinamarca es uno de esos países que desean adaptarse a lo que supone internet. Ha decidido cambiar su estrategia en la lucha contra la piratería, renunciando a implementar el sistema de los tres avisos como medida de lucha contra las descargas ilegales. En su lugar, prefiere educar a los internautas.
El Gobierno danés va a desarrollar el denominado Paquete Pirata, según publica TorrentFreak. Se trata de potenciar la creación de productos legales que cubran ese consumo que ahora se realiza de forma alegal.
El primer paso es establecer un foro de innovación en el que se intercambiarán ideas sobre cómo se puede innovar en el sector de los contenidos para internet. El objetivo es ofrecer una propuesta legal a los que consumen productos protegidos por los derechos de autor.
El Ministerio de Cultura danés trabajará con las operadoras de telecomunicaciones, los gestores de derechos de autor y las organizaciones de consumidores en la educación de los internautas. En definitiva, Dinamarca se enfrenta al asunto escuchando e implicando a todas las partes.
La iniciativa quiere conseguir que los usuarios sepan qué servicios son legales y cuáles no. Del mismo modo, el plan intentará cambiar la percepción de los internautas sobre las consecuencias de consumir contenido pirata y sobre la necesidad de poner contraseñas a sus redes wifi.
En todo caso, Dinamarca no renuncia del todo a bloquear el acceso a sitios controvertidos o a eliminar los contenidos protegidos por copyright en la red. Obligará a las empresas de telecomunicaciones a actuar. Para bloquear el acceso a una web, los responsables de los derechos tendrán que comunicar la infracción a una operadora de telecomunicaciones, que bloqueará el acceso y compartirá su decisión con las demás operadoras.
La norma de los tres avisos no han demostrado ser, hasta ahora, muy útil. En Francia, el país europeo en el que su introducción ha causado más titulares, en los nueve primeros meses de aplicación de dicha ley, aunque se enviaron 400.000 advertencias a usuarios finales, no se consiguió recaudar nada mediante multas.