En ocasiones se pone a la venta el fruto de ideas geniales que nos hacen la vida un poco más fácil. Ejemplos hay muchos, desde el mismísimo cubo de la fregona hasta las más avanzadas aplicaciones de GPS, con las que ya no nos perdemos nunca.
Lo que hoy os traemos no sabemos si es una genialidad o si se trata, en verdad, de tan sólo una curiosidad. Pero merece la pena rescatarlo, pues por lo que se ve en las imágenes tiene muy buena pinta. Se trata de The Bobine, un cargador cuyo cable es lo suficientemente sólido como para servir de trípode para el móvil. Las funciones: muchas más de las que uno podría pensar. Vamos a descubrirlo.
Un ejemplo de su funcionalidad sería el siguiente. Enchufas el USB a la ranura habilitada para ello en tu coche. Colocas el cable de manera que el móvil quede junto a ti, a tu derecha, y luego utilizas el móvil como GPS. Esto aporta dos ventajas. En primer lugar estar cargando tu móvil mientras lo tienes a la vista. Y en segundo lugar, lo tienes mucho más cerca, si quieres, de lo que cualquier pantalla de GPS de un coche podría estar nunca. Y si no, comprobadlo vosotros mismos.
O bien disfruta del desayuno mientras cargas el móvil y mientras lo colocas vertical frente a ti: lee el periódico sin tener que sujetarlo con una mano.
Sin duda, el invento resulta cómodo y elegante. Pero también tiene sus inconvenientes. Precisamente, una de las virtudes de los cables es que se pueden enrollar fácilmente. Aunque con The Bobine es posible hacerlo, la flexibilidad no es la misma. Está claro que si queremos tener ventajas en un aspecto, tendremos pérdidas en otro. Aún así, este es un invento destacable.