La tecnología, hoy en día, avanza a pasos de gigante, y lo que hace unos años parecía pura ciencia ficción, ahora empieza a tener visos de realidad. Este es el caso del invento del que os queremos hablar hoy.
Se trata de unas pantallas LCD tan pequeñas y livianas que han sido pensadas para integrarse con las lentillas comunes que muchos de nosotros llevamos cada día. ¿Os imagináis una pantalla en nuestro propio ojo? Pronto será posible. Vamos a descubrirlo.
Es cierto que, aunque el invento ya ha sido patentado, aún necesita que un cable lo conecte a una unidad de control. De momento, en eso es prematuro. También parece estar poco desarrollada su capacidad para mostrar imágenes: de momento sólo puede activas o desactivar una sola imagen.
Pero se trata del primer paso para que, en un futuro próximo, estos LCDs curvos puedan recibir energía y señal de manera inalámbrica, tal y como ocurre con infinidad de objetos que conocemos y que son habituales en el día a día. Eso sí, es necesario dar un paso más en el proceso de miniaturización.
De conseguirlo -tiempo al tiempo- este LCD podría servir como un iris artificial: modularía la cantidad de luz que entraría en nuestro ojo, por ejemplo.
Y además de las funciones médicas y asociadas a la salud -primordiales- podría desarrollar funciones de realidad aumentada.
El aparato ha sido desarrollado en el Centro de Tecnología de Microsistemas de la Universidad de Gante. Os dejamos con un vídeo que muestra todo su potencial. Asombroso, ¿no?