Hoy en día, la guerra también tiene su campo de batalla particular en la red. La prueba de ello es lo que acaba de ocurrir en referencia a las tensiones crecientes entre Corea del Norte y la alianza entre Estados Unidos y Corea del Sur. El colectivo Anonymous ha querido intervenir con un ataque a través de Internet.
El colectivo ha entrado en cuentas asociadas con el régimen norcoreano y las ha manipulado. Se trata de una acción enmarcada dentro de la misión Operación Corea Libre, y ha ocurrido pocos días después de que Kim Jong Un, dictador norcoreano, decidiera declarar la guerra a Corea del Sur.
Con su acción Anonymous ha conseguido forzar el cierre de una conocida web de noticias norcoreana, Uriminzokkiri. Por otra parte, se han manipulado cuentas de Twitter y Flickr y se han conseguido datos internos de cerca de 15.000 usuarios de la universidad del país.
Con este gesto, el colectivo Anonymous ha querido mostrar su desacuerdo con la tendencia belicista y dictatorial de Kim Jong Un, y lo ha instado a que abandone su cargo de inmediato y favorezca una transición democrática en el país que permita el libre acceso a la red.
Uno de los países más herméticos del mundo
En efecto, Corea del Norte es uno de los países más herméticos que existen. En Internet tan sólo figuran algunas páginas controladas estrictamente por el gobierno. Y claro, esto disgusta a Anonymous, que ve Internet como un espacio libre de censura en el que la información debe fluir libremente. Y esto es algo que no ocurre en el país asiático, donde unos pocos gestionan y controlan el acceso a Internet y lo que se publica allí.
Entre otras páginas atacadas, figuran la web de reservas online de Air Koryo, empresa de aviación norcoreana y otras instituciones públicas del régimen. Los ataques se han realizado mediante técnicas de denegación de servicios o DDoS, que consisten básicamente en dejar fuera de servicio las webs por sobrecarga de información y tráfico.
Quizá el ataque tenga poca incidencia a escala global, pero es un serio aviso para el régimen norcoreano, que cada día que pasa está más acorralado.