Hace apenas dos semanas del lanzamiento del flamante ‘Windows 8’, pero eso no ha sido un obstáculo para que el líder del equipo de desarollo, Steven Sinofky, abandone el proyecto por sorpresa tras 23 años en la empresa y un largo historial de éxitos.
Al parecer, el abandono se ha producido de mutuo acuerdo, aunque ninguna de las partes ha dado una versión clara y oficial de lo ocurrido. Sin duda, se trata de un golpe severo a Microsoft, que, en el momento clave, muestra sus debilidades.
Algunos analistas han querido defender la salida de Sinofsky como un movimiento para reforzar a la compañía dirigida por Ballmer a la hora de perseguir a los gigantes Apple y Google. Sinofsky era uno de los firmes candidatos a suceder a Ballmer y parece que esto ya no va a ocurrir.
Un histórico de Microsoft
Sinofsky llegó a Microsoft muy joven, apenas en la veintena, en 1989. Trabajó codo a codo con Bill Gates y fue muy conocido por ser el principal desarrollador del sistema operativo Windows. Por otra parte, también se conocía su particular manera de entender el mundo de la empresa: era agresivo en su concepción del trabajo, cosa que le causó más de un conflicto en el seno de la empresa. Ahora, parece ser que su actitud ha hecho mella y que, finalmente, ha tenido que abandonar.
Aún así, Ballmer tampoco parece que esté cosechando grandes éxitos, mientras que sus grandes competidores se alejan y triunfan copando todos los mercados. A pesar de haber tratado de extender la empresa de Redmond en el mundo del videojuego y en el ámbito de la telefonía móvil, no se han cosechado los éxitos esperados. De manera que todo apunta a una lucha interna por el poder en la que ha triunfado el propio Ballmer.
El sustituto de Sinofsky será Julie Larson-Green, encargado del hardware de Windows y de la unidad de software, acompañado por Reller Tami, presidente financiero de la unidad dedicada al sistema operativo.
Algunos especulan con que la disponibilidad de Scott Forstall, ex responsable de Apple, en el mercado, haya precipitado este cambio. Veremos si ambos nombres están relacionados o si se trata, una vez más, de una especulación.
En cualquier caso, el nuevo ‘Windows 8’ ya está en el mercado y eso nadie lo podrá cambiar.