La Ley Sinde-Wert, que criminaliza las descargas y permite cerrar páginas web sin permiso judicial, no sólo es moralmente reprobable y vulnera los derechos a la intimidad de los ciudadanos que navegan por internet, sino que, en la práctica, es imposible de aplicar. Así lo quiere demostrar un grupo de internautas, de una forma, por otra parte, bastante atrevida: autoinculpándose y publicitando la acción, sin esconderse (todo lo contrario que la Comisión Europea en relación con la Ley ACTA).
Así es. Nada más entrar en vigor la conocida como Ley Sinde-Wert, han aparecido las primeras denuncias. Lo curioso del caso es que dichas denuncias no han provenido de ninguna de las gestoras de derechos de autor. La primera denuncia ha sido promovida por 256 páginas web que se han autoinculpado en una acción de desobediencia civil.
La iniciativa se puso en marcha gracias al impulso de una plataforma creada especialmente llamada Wertdeenlaces.net, que ha reunido páginas que, de forma voluntaria, incumplen de manera manifiesta dicha ley.
El procedimiento era sencillo y cualquiera que lo deseara podía participar. La web que quisiese aparecer en la lista debía incluir un enlace a la canción «Nobodys death», del artista Eme Navarro, que, además, para más inri, es miembro de SGAE. El enlace a la obra de Navarro constituye un incumplimiento de la Ley Sinde-Wert, por lo que la comisión de Propiedad Intelectual debe actuar contra esas páginas al interponerse la denuncia. Ha sido el propio músico el que ha llevado la denuncia a la administración competente: a las 9 de la mañana, Eme Navarro estaba en la Secretaría de Estado de Cultura para cursar una denuncia ante la Sección Segunda de la comisión de la Propiedad Intelectual. En la denuncia, el músico presentaba la documentación que demuestra que esas 256 páginas web han incluido un enlace a una obra suya protegida con derechos de autor.
La canción «Nobodys death» fue creada expresamente para esta acción. Con el aluvión de autoinculpaciones y la denuncia del músico, el colectivo de ciudadanos pretende poner a prueba la Ley Sinde-Wert y comprobar hasta dónde es capaz de llegar la comisión de Propiedad Intelectual, que, irremediablemente, tendrá que atender la denuncia. Acciones absurdas para leyes absurdas.