Un nuevo proyecto llamado Mobiserv desarrolla robots para que hagan compañía a los ancianos. En una Europa cada vez más envejecida, estos robots pueden ser de gran ayuda. La iniciativa parte de un consorcio de institutos de investigación y empresas europeas que han diseñado un robot autónomo que se traslada mediante ruedas.
El proyecto comenzó hace tres años. El robot cuenta con cámaras estereoscópicas, comunicación de audio en ambas direcciones, esto es, puede hablar y entender el lenguaje humano, diversos sensores y una interfaz de pantalla táctil. No tiene brazos o mecanismos que los sustituyan y, por tanto, no puede recoger o manipular objetos.
La principal tarea de este robot cuidador es seguir las actividades que el anciano realiza en el hogar. Recoge datos sobre, por ejemplo, la frecuencia con la que se dedica a la actividad física, recordar que tiene que tomar los medicamentos, animarle a que se relacione con otras personas o saber qué come. Casi podríamos decir que es una especie de entrenador personal. Si la persona mayor lleva mucho tiempo sin levantarse del sillón, el robot Mobiserv le animará a que se levante y haga algo de ejercicio. Incluso le mostrará en la pantalla qué tipo de ejercicios le convienen. Otra cosa es que el anciano le haga caso, claro.
Compañía personalizada
Una de las características de este robot es que se puede configurar su tono de voz, su comportamiento y otras características para que se adapten a los gustos del usuario. Pero no sólo recomienda ejercicio físico. También llamadas de teléfono o comidas que puedan preparar. Por otra parte, permite ver quién llama a la puerta de casa a través de la pantalla conectada a una cámara.
Ya se han hecho pruebas con algunas personas mayores y, en general, la experiencia ha sido muy positiva. Una forma de tener compañía constantemente. El coste del prototipo ronda los 10.000 euros. Pero el objetivo es diseñar y fabricar una versión comercial por la mitad de dinero. Quizá dentro de un par de años.