Varios países quieren más control sobre las BlackBerry


Cuando la compañía Research In Motion(RIM) acaba de lanzar el último modelo de Blackberry, la BlackBerry Torch, un dispositivo que promete ser una dura competencia del iPhone y de los móviles con sistema operativo Android, varios países quieren controlar legalmente las comunicaciones que se realicen desde las BlackBerry.

Los Emiratos Árabes Unidos fueron los primeros que amenazaron con la suspensión del servicio, a los que siguieron pocos días después Arabia Saudí, Líbano y Kuwait. Los cuatro países alegan cuestiones de seguridad para poder acceder a los datos que circulan por su sistema. La clave del asunto es el sistema de transferencia de datos codificados que utilizan las Blackberry, que asegura la privacidad de sus usuarios cuando mandan y reciben mensajes, chatean o navegan por Internet. Este sistema, básicamente, exporta la información digitalizada hasta sus servidores en Canadá en lugar de gestionarla en el país en el que se utiliza el dispositivo.

El último país en sumarse a esta guerra contra el sistema de transmisión de información de las BlackBerry ha sido India, un país que cuenta con 1.140 millones de habitantes, lo que supone una gran posibilidad de negocio para cualquier compañía. Se estima que el mercado potencial en este país puede ser de 41 millones de usuarios. El regulador de las telecomunicaciones indio ha amenazado con bloquear el funcionamiento de las Blackberry si no le permiten acceder a los datos codificados que transmiten.

La compañía RIM ha comentado que controlar las comunicaciones pone en riesgo el comercio electrónico y la propia Internet. «Esto no es solo una cosa que afecta a la Blackberry», ha afirmado Michael Lazaridis, presidente de la compañía en una entrevista en The Wall Street Journal. Por su parte, los gobiernos árabes afirman que no están pidiendo nada diferente de lo que ya hicieron otros reguladores, incluido el de Estados Unidos. RIM ya ha llegado a acuerdos parecidos con Rusia y China. Y es que el negocio es el negocio.

En todo caso, la diplomacia de Estados Unidos está moviendo ficha y la Secretaria de Estado, Hillary Clinton, ha declarado que hablará con Emiratos Árabes Unidos para evitar que se suspenda el servicio de mensajería de las Blackberry. Admitió que el argumento de la seguridad «es una cuestión legítima», pero añadió que «también son legítimos el uso y el acceso libres». Esperemos que recuerden ese mismo argumento cuando sea Estados Unidos el que pretenda invadir la privacidad de los ciudadanos.

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