Aunque el iPhone estaba destinado, en principio, al usuario doméstico, el 40% de los terminales se están vendiendo a empresas (al menos, en Estados Unidos), según AT & T, la operadora que distribuye en exclusiva en el mercado estadounidense el teléfono de Apple. Con ello, muchas empresas pueden prescindir de la compra de ordenadores portátiles para sus empleados. Algunos expertos aseguran que el éxito se debe a que han solucionado los problemas de seguridad que sufrían hace años y que se han resuelto, por lo que los directores de tecnología informática de las empresas dan el visto bueno a la compra de teléfonos iPhone.
Con todo, parece que las BlackBerry siguen ofreciendo algunas ventajas y que seguirán liderando el mercado de las ventas a empresas. Una de ellas es la facilidad para instalar herramientas de administración corporativa y de seguridad, algo que agradecen en su trabajo diario los responsables de administración de sistemas de empresas. Otro punto fuerte de la BlackBerry es la variada gama de terminales que ofrece, por lo que cualquier empresa va a encontrar uno que le convenga, mientras que el iPhone es más genérico o, dicho con otras palabras, menos especializado.
Hay otras razones que hacen de BlackBerry la preferida de las empresas. Entre otras, que puede ser usado por cualquier operadora de telefonía, la mayoría poseen teclado QWERTY completo, su conector es un MicroUSB, barato y compatible con casi cualquier otro aparato electrónico, se puede ampliar la memoria, así como la batería, que además es extraíble, programas como Skype o Google Voice funcionan mejor (y este último es gratuito), se puede sincronizar en varios ordenadores a la vez, se pueden guardar tantos emails como permita la memoria, permite instalar casi cualquier navegador y se sincroniza sin problemas con iTunes.
En general, las grandes empresas prefieren sin duda las BlackBerry, pero algunas pequeñas y medianas empresas sí se decantan por el iPhone. Por tanto, no es que BlackBerry esté perdiendo cuota de mercado, sino que iPhone está abriendo un nuevo mercado: las pequeñas empresas y los trabajadores autónomos, quienes pueden usar un mismo terminal para el trabajo y para su vida privada.