Uno de los grandes avances en la informática ha sido los diferentes modos de trabajar sin necesidad de cables, tanto para obtener la energía necesaria que el aparato necesita mediante baterías que ofrecen bastante duración (y se trabaja por que ofrezcan cada vez más), como para transferir archivos de un dispositivo a otro o conectarse a Internet desde cualquier parte de la casa o de la calle. El ahorro en el coste que supone montar una infraestructura cableada es considerable en la mayoría de los casos, a lo que hay que sumar la comodidad de no verse rodeado de molestos cables.
Existen varias tecnologías para la conectividad inalámbrica (Bluetooth, Wi-Fi, etc.) con más o menos rapidez y fiabilidad de transferencia. Es importante que todos los aparatos, sean de la marca que sean, utilicen el mismo estándard para trabajar sin cables. La Wi-Fi Alliance es la organización que trabaja por ello y, desde allí, se lanzó el llamado Wi-Fi Direct, un estándard que combina la facilidad de uso del Bluetooth (conectarse entre dispositivos sin necesidad de crear una red) con la capacidad de transferencia y fiabilidad que posee la tecnología Wi-Fi.
Pues bien, en la lucha de las marcas por ser las primeras en sacar un producto al mercado, LG ha conseguido ser la pionera en lanzar el primer reproductor Blu-Ray que ofrece esta tecnología Wi-Fi Direct.
El único problema es que para conectarse vía Wi-Fi Direct es necesario que los dos aparatos tengan tal tecnología y aún no hay muchos que la tengan. El Samsung Galaxy S es uno de los pocos. Pero ya se sabe cómo van las cosas en el mundo de la tecnología y el Wi-Fi Direct es bastante probable que venga de serie a partir de ahora con casi cualquier dispositivo.
Así, el reproductor Blu-ray LG BD690 es el modelo que se podrá conectar directamente con cualquier otro dispositivo que ofrezca Wi-Fi para ver su contenido en Full HD.