Las protestas que se están produciendo en España clamando por un sistema democrático que tenga en cuenta a los ciudadanos antes que al poder económico y, también, pidiendo dejar fuera de las listas de las próximas elecciones del 22 de mayo a los políticos corruptos ha contagiado a muchos italianos, que han visto reflejada la enferma política de su propio país. Si las redes sociales desempeñaron un importante papel en las revoluciones de algunos países árabes en los últimos meses, ahora son los europeos los que las usan para organizar protestas políticas sin necesidad de que ningún partido político, sindicato u organización se encuentre detrás del movimiento.
Este movimiento espontáneo de gente harta de que los políticos les tomen el pelo no hubiera podido producirse, al menos de este modo, hace unos años, cuando no existían Facebook, Twitter, ni los blogs, y cuando nadie hablaba de redes sociales.
Aunque ahora apoyan el movimiento de protesta personas de cualquier edad, está claro que fueron los jóvenes los que empezaron a movilizar y, sobre todo, a difundir el mensaje a través de las redes sociales. Cuando comenzaron las convocatorias para la manifestación del 15 de mayo, a través de Internet se distribuyó rápidamente la noticia y más de cincuenta ciudades españolas se unieron. Ahora, el mensaje de una democracia real y sin corruptos ha cruzado el Mediterráneo y los jóvenes italianos han lanzado una convocatoria para protestar el 20 de mayo.
El mensaje es breve, pero más que suficiente: «Roma plaza de España 20 de mayo h.20». A partir de ahí, quien quiera ampliar la información no tiene más que navegar por Internet. Es el poder de la red. En Twitter, el hashtag o palabra clave «italianrevolution» ya es el tercer trending topic o tema más comentado. Tanto en Italia como en España. También en Facebook se ha creado un grupo llamado «Italian Revolution. Democrazia Reale Ora», similar al español. Muchos blogs italianos lo difunden. Mañana se verá el poder de convocatoria. Ya hay manifestaciones preparadas en diversas ciudades italianas, como Florencia, Roma, Milán, Bolonia, Padua y Pisa.
El manifiesto hace referencia expresa a las protestas de Madrid, a las que cita como inspiradoras y expresa su solidaridad. Textualmente, se definen como un movimiento «Apolítico y hermano del movimiento español». Además, propugna «una sociedad nueva» que no esté sometida a los «intereses políticos y económicos».