Cuando aún es reciente la última polémica de Instagram, relativa a la inserción de publicidad en las cuentas de los usuarios, la red social vuelve a recibir críticas por su última decisión: vender las fotos alojadas en su servicio.
Instagram ha cambiado su política de servicios y permitirá que los anunciantes usen las fotos y otros datos de los usuarios para su propia publicidad. Ya hay varias web especializadas que aconsejan dar de baja la cuenta de Instagram y bajarse las fotografías. Otros expertos aconsejan pagar por servicios como el que ofrece Instagram porque así el usuario no tendrá que soportar la publicidad.
Hasta el 16 de enero no entrará en vigor la nueva política. A partir de esa fecha, cualquier foto subida por el usuario podrá ser usada para anuncios de publicidad en la plataforma. Y esto incluye fotografías en las que aparecen menores, ya que Instagram da por hecho que el adulto al que pertenece la cuenta ha dado el consentimiento para utilizar esa imagen. El experto en redes sociales Chris Taylor ha llegado a afirmar que Instagram pone la vida de sus usuarios a la venta.
Lo cierto es que el cambio de las condiciones del servicio parte de Facebook, que compró Instagram. Pero no todos los usuarios de Instagram tienen cuenta en Facebook, así que el derecho a la privacidad queda en entredicho.
Bajar las fotos y cerrar la cuenta
La única manera de no aceptar los nuevos términos del servicio es borrar la cuenta de Instagram antes del 16 de enero. ¿Y qué hacer con todas las fotografías allí alojadas? Hay algunas herramientas que permiten bajar las fotos al ordenador personal o trasladarlas a otra web. Entre otras, Instaport, InstaBackup y Copygr.am.
LinkedIn y Facebook tienen términos parecidos. Así que, quien quiera estar totalmente seguro de que ninguna empresa va a usar sus fotografías personales, debería también cerrar las cuentas de esas redes sociales. Y aún así… quién sabe.