Comenzar a disfrutar de las redes sociales es fácil. El proceso de registro es sencillo y se completa dando unos pocos datos personales, más que nada para que se sepa que es un ser humano el que está realizando el proceso y no una máquina distrubuidora de spam. En unos minutos, cualquier persona puede estar disfrutando de los servicios y la diversión que ofrecen las redes sociales.
Pero, pasada la emoción inicial de probar la novedad, en muchos casos el usuario ni se acuerda de esa cuenta. O bien decide darla de baja ante el poco o nulo uso que hace de ella. ¿Es este proceso tan fácil y cómodo como el de darse de alta? En general, no, no es tan sencillo.
En primer lugar, el enlace para abandonar la suscripción al servicio de la red social, en la mayoría de los casos, se encuentra escondido en la página web. No es fácil encontrarlo y el usuario acaba por abandonar. A veces, se puede encontrar en el apartado de Política de Privacidad o en las Condiciones de Uso de la web.
Además, hay que tener en cuenta que algunas empresas, aunque el usuario se dé de baja del servicio, conservan los datos personales por si alguna vez ese mismo usuario se arrepiente y decide volver a darse de alta. La baja definitiva es realmente difícil de conseguir e implica que todos los datos del usuario sean borrados de las bases de datos de la compañía.
El proceso puede llegar a ser tan complicado que han se han creado páginas web específicas para automatizar el proceso o poder seguir los pasos correctos. Son páginas como Suicide Machine, Derse de baja.net o Delete Your Account. A continuación, se ofrecen unos consejos para darse de baja con éxito en las cuatro redes sociales más conocidas:
-Facebook. Hay que acceder a este enlace y la baja efectiva se realizará en catorce días. Por si el usuario se arrepiente.
-Twitter. Acceder a este enlace. En esta caso, el proceso sí es inmediato.
-Tuenti. Para hacerlo de forma definitiva hay que seguir este enlace directo.