El fin de las pantallas de plasma podría estar muy cerca. Pese a ser una de las opciones más solicitadas por millones de personas a la hora de ver la televisión, la Unión Europea se plantea la posibilidad de prohibir su venta por no ser todo lo ecológicas que deberían.
Una televisión de plasma emite cuatro veces más cantidad de CO2 que los antiguas televisiones de tubo o las de cristal líquido (LCD). Así pues, el plasma podría pasar a la historia en los próximos meses.
Además de todo esto que os acabamos de comentar, según el diario británica Daily Mail, la nueva normativa que prepara la UE podría exigir que todos los televisores llevarán en su etiquetado una calificación energética que variaría según el modelo. Así, podremos elegir si somos más o menos ecológicos a la hora de hacer nuestra compra.