Una maleta que no se puede perder


Ocurre a menudo: dos pasajeros intercambian de forma fortuita sus respectivas maletas. A veces, no se dan cuenta del error hasta que llegan a su casa y la abren y comprueban que allí dentro no están sus pertenencias. Entonces comienza el proceso de recuperación, lo que ocasiona una gran pérdida de tiempo y molestias para ambos.

Pero, con un nuevo invento de creado por Rodrigo García, de la Universidad Politécnica de Madrid, quizá esta situación se pueda evitar, ya que ha diseñado una maleta que sigue a su dueño. El pasajero puede localizar su maleta con el teléfono si se pierde. Pero, del mismo modo, el propio personal del aeropuerto o de las estaciones de trenes y autobuses podrían ordenarlas con mayor velocidad y menor esfuerzo.

El sistema ha sido bautizado como Hop. El objetivo es facilitar la vida a los viajeros. También podría sustituir a algunos elementos destinados al movimiento de equipajes, como las cintas, los carritos, etc. El invento se ha presentado a la 7.ª edición del concurso James Dyson Award.

El sistema puede cambiar la gestión de equipajes. La maleta contiene tres receptores que son capaces de recibir, identificar y situar las distintas señales que llegan desde el teléfono móvil del usuario. Un microcontrolador Arduino interpreta esas señales y obtiene la posición del teléfono respecto a la maleta. Por fin, mediante un sistema de oruga a base de aire comprimido, la maleta sigue al usuario a una distancia constante.

Si la señal se pierde, su teléfono vibra o suena para advertir del hecho. Hasta que vuelve la señal, la maleta se autobloquea, de modo que nadie la puede abrir. Además, las maletas se pueden programar para que se sigan unas a otras o sean controladas conjuntamente por el personal que gestiona los equipajes en aeropuertos o estaciones. ¿Os imagináis un empleado de aeropuerto seguido por una serie de maletas en fila india, como si fueran una pata y sus polluelos?

El diseño de la maleta Hop tiene líneas sencillas y es básicamente funcional, evitando el uso de elementos formales adicionales. Unas asas de caucho recorren el perímetro de la maleta e impermeabilizan la unión entre las dos carcasas que conforman la maleta una vez cerrada.

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