Desde el lanzamiento de la Osborne 1, primer ordenador portátil con éxito comercial, el mercado ha cambiado de manera radical. Los equipos han ido adquiriendo mayores utilidades y capacidad y los usuarios han ido variando en sus gustos y afinidades, de manera que los ordenadores portátiles han llegado a arrinconar al PC tradicional. De acuerdo con la consultora IDC, la venta de PC´s tradicionales a nivel mundial caerán un 7,8% a lo largo del presente año, una tendencia que parece marcar el futuro en este segmento de actividad.
Las ventas de ordenadores portátiles en el año 2012 fueron de casi 368 millones de unidades: Una cifra nada desdeñable pero que puede parecer nimia proyectada un lustro en adelante. Y es que, según un reciente estudio elaborado por DisplaySearch, se prevé que en el 2017 las cifras globales de ventas para estos equipos alcancen los 762 millones. Es decir, la comercialización de portátiles se duplicará en los próximos cinco años.
El triunfo de lo táctil
Según los datos que maneja esta agencia, gran parte de la culpa de estos datos la tiene el incremento de la venta de portátiles táctiles, que aumentará casi un 50% el próximo año. Esta tendencia parece que va a ser la que marque el futuro en la comercialización de esta clase de equipos. No en vano, de acuerdo con otro estudio desarrollado por IHS, agencia de información global presente en más de 31 países, la cuarta parte de los portátiles que se vendan en el mundo en el 2016 serán táctiles. Las cifras de ventas pasarán de las 4,6 millones de unidades vendidas en el 2012 a los cerca de 78 millones que se estima se venderán en el 2016.
Las empresas del sector no son ajenas a esta tendencia y apuestan por ofrecer a los clientes productos y equipos de cada vez más valor añadido. Es el caso, por ejemplo, de Samsung, que apuesta por combinar en sus portátiles las ventajas de un PC y una Tablet de manera fiable.
Lo portátil y lo táctil parecen ser los principios que van a marcar el camino a seguir en el segmento de los ordenadores personales. Sólo el futuro nos dirá si los estudios muestran una imagen real o una aseveración algo exagerada.