Cámara-tirachinas: no más poses artificiales


Ya todo el mundo tiene una pequeña cámara de fotos que puede llevar en el bolso o en el bolsillo, para disparar en cualquier momento y situación o, si no, integrada en el teléfono móvil. Pero a nadie puede sorprender. ¿No se está perdiendo la naturalidad del retratado con el uso masivo de las minúsculas cámaras fotográficas?

Los diseñadores Sung Young Um y Jung Eun Yim tienen la solución para revertir esta situación. Disparar desde una cámara que no parece una cámara, sino un tirachinas. No sólo el retratado no se percatará de que le están haciendo una foto, sino que, si cree que se le va a lanzar algo, tal vez consigamos un gracioso gesto cuando trate de protegerse del proyectil.

La cámara-tirachinas es un pequeño arma portátil que dispara… fotos. Se compone de un marco en forma de Y que se puede plegar y convertirse en un palo estrecho y alargado. En otras palabras, es facilísimo de llevar encima. Cuenta, así mismo, como cualquier tirachinas bien diseñado, de una goma elástica atada a las puntas superiores del marco.

Sólo que en esta cámara-tirachinas no hace falta colocar ningún proyectil, ninguna piedrecita, sino que se dispara… nada. Con el movimiento de estirar la goma hacia atrás y soltarla se hace la fotografía. Aunque, supongo que también se puede colocar una china, un papel doblado o cualquier otro proyectil siempre que, además de obtener el retrato, se quiere usar con la función original.

Esta pequeña y original cámara fotográfica digital, bautizada con el nombre de Sling Shot (honda), cuenta con una conexión USB. Es ideal para fotógrafos traviesos. Ya no hará falta decir «patata»: la primera foto conseguirá una cara de susto y la segunda, inevitablemente, una franca sonrisa al descubrir el invento. ¡Cuidado, que te disparo! Los que odian las poses artificiales van a quedar encantados con esta cámara-tirachinas.

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