En esta época de crisis en las que las administraciones buscan recortar los gastos a cualquier precio es el mejor momento para que se planteen el uso del software libre. Gracias a los programas de código abierto se ahorra en Europa, según un estudio llevado a cabo por Carlo Daffara, 450.000 millones de euros al año.
Este ahorro se consigue por la diferencia de precio entre los programas libres, que son muchísimo más baratos, respecto a los privativos. Así, por este concepto, en total, se ahorran unos 114.000 millones de euros al ser usado por un 30% del mercado de las Tecnologías de la Información. Pero hay otros factores.
Aparte de la conocida ventaja de que el software libre cuesta menos que el software privativo, y es la principal razón por la que muchas administraciones se están pasando a proyectos de software abiertos, también tiene otras ventajas, como que, al haber sido «reutilizado» muchas veces es de mayor calidad que el privativo, que se debe diseñar desde cero. En otras palabras, disminuye el tiempo de desarrollo y se reducen los costes derivados de problemas o fallos en el sistema.
El informe también indica que las empresas que más usan software libre son las más productivas y efectivas. En total, el ahorro que se consigue con la reutilización de código libre se estima en, al menos, 342.000 millones de euros anuales.
El código libre ya no es algo de friquis o de expertos informáticos. Es una forma de conseguir más libertad y, además, ahorrar dinero, tiempo y esfuerzo. Hay muchísimos más proyectos de software libre aparte de los más conocidos como Linux, Firefox o Android. Aunque no sean visibles, muchas páginas web se basan en el software libre.
Sobre todo, son librerías y herramientas que usan los desarrolladores, programas de alta calidad y que ahorran tiempo en el diseño y la creación informáticas. Cuando alguien las utiliza y descubre fallos, se devuelven con las mejoras incorporadas. Trabajo colaborativo donde todos se benefician. También el bolsillo de los contribuyentes.