En ocasiones la rivalidad entre compañías tecnológicas alcanza dimensiones insospechadas y se cuela en la propia vida de las personas implicadas. Este es el caso de Bill Gates, fundador de Microsoft, y de su problema para con Apple, compañía que le ha destronado.
Hasta tal punto llega la aversión de Bill Gates hacia Apple, que les ha prohibido a sus hijos comprar gadgets de la compañía de la manzana. Es una prohibición tajante. Si compras productos de Apple: desheredado. Pero la cosa va más allá.
Y es que estas navidades los hijos de Bill Gates pidieron a Santa Claus un buen iPod para escuchar música. Ni el padre ni la madre quisieron saber nada de sus peticiones. Era la segunda vez que pedían productos de Apple y la segunda vez que se los negaban. Parece que esto está caldeando los ánimos en la casa. En abril de 2012 ya solicitaron la compra de otros productos y les fue denegada.
El enemigo en casa
Está claro que el rival tradicional de Apple siempre ha sido Microsoft. Aunque en los últimos años, nuevos actores como Samsung o Google hayan tomado partido en el juego. De manera que tener al enemigo en casa se está convirtiendo en todo un quebradero de cabeza para Gates. Los hijos quieren un iPod y Gates es incapaz de contrarrestar sus deseos con un producto Microsoft.
En palabras de Melinda, esposa de Gates:
Claro que obtendrán un aparato para reproducir música, pero será uno con Windows. La riqueza de nuestra familia viene de Microsoft. ¿Por qué deberíamos invertir en la competencia?
Así, pues, los hijos de gates tendrán que ver frustradas sus expectativas. A menos, claro, que compren los productos de Apple en secreto. Algo que seguramente han hecho. Y es que a la propia mujer de Gates se le cae la baba con el iPhone. Ella misma lo ha reconocido.