A veces, parece que los creadores de malware son más rápidos que los medios de comunicación. Casi se crean los programas maliciosos al mismo tiempo que se produce la noticia de la que todo el mundo está pendiente. En este caso, es lo que ha ocurrido con la muerte de Bin Laden, el terrorista más buscado del mundo (o, quizá, sería más correcto decir, el más buscado por Estados Unidos).
En general, el usuario de Internet quiere ser el primero en enterarse de una noticia de tan gran calado pero, sobre todo, quiere ser el que primero la publica, ya sea en blogs o en las redes sociales, Facebook, Twitter, etc. Y es precisamente esta urgencia la que nos hace no estar tan prevenidos como debiéramos. Algunos de estos programas no hacen más que generar dinero por la masiva entrada en la página a la que se enlaza, sin ningún perjuicio para el internauta más que la pérdida de tiempo. Pero otros programas contienen código malicioso que puede poner en riesgo el equipo del despistado internauta o, peor aún, su cuenta bancaria.
En las primeras horas de producirse una noticia como ésta, después de haber transcurrido tanto tiempo sin saber qué era de Bin Laden, dónde estaba, qué había ocurrido con él, lo primero que pasa pro la cabeza del curioso usuario de Internet es si será o no verdad. La red es cultivo de bulos y noticias inventadas y nadie quiere dar una noticia que luego se descubre como una broma de dudoso gusto. Para comprobar si es cierta la noticia, el internauta puede optar por meterse en todo tipo de páginas, hasta quedar satisfecho con la información (algo que, de hecho, más de un periodista debería aprender). La curiosidad y la urgencia por ser el primero en dar la noticia se unen para facilitar la labor a los delincuentes informáticos.
En muchas web se promete material exclusivo, como fotografías del lugar de los hechos hasta vídeos donde se puede ver su ejecución. En ocasiones, sólo nos lleva a un anuncio publicitario, que genera algún ingreso para el que lo ha creado, pero sin coste para el internauta. Pero otras veces, el programa pide al usuario instalar algún programa para ver el vídeo o acceder a la información.
La red es menos segura
Para difundir estos enlaces se usan los buscadores, buscando un buen posicionamiento con técnicas más o menos legales, pero también redes sociales como Facebook. En este último caso, la publicidad puede recabar datos del usuario para ofrecer productos dirigidos especialmente para él.
Una vez más, hay que recordar algunos consejos para no caer en la trampa: no confiar en todo lo que se puede encontrar en Internet, aunque se encuentre en los primeros puestos de las listas de los buscadores, redes sociales o llegue por mails de nuestros contactos. Además, ayuda tener un antivirus instalado y actualizado y, por supuesto, tener actualizado tanto el sistema operativo como los programas. Aunque también hay que señalar que los virus van siempre por delante de los programas antivirus y de las actualizaciones del software. En caso de duda, salir de la página sospechosa inmediatamente, no abrir ese correo dudoso ni instalar ningún programa del que dudemos lo más mínimo. Más vale prevenir…
No sé si el mundo es más seguro sin Bin Laden, como afirma el Gobierno de Estados Unidos, pero, desde luego, sin duda estas primeras semanas la red es mucho más peligrosa. Aparte de este nuevo malware aprovechando la muerte de Bin Laden, Sony ha reconocido hoy mismo que unos 17.000 números de cuentas bancarias de sus clientes en España, Alemania, Holanda y Austria están comprometidos y podrían ser usados por delincuentes informáticos. Además, el terremoto y posterior tsunami ocurrido en Japón también ha sido usado por los ciberdelincuentes para crear programas maliciosos.