Proteger tus archivos de Word puede ser interesante para impedir que cualquier persona pueda leer y modificar los archivos que guardas en tu ordenador o que envías por correo electrónico. Para evitar que alguien acceda a información confidencial puedes establecer contraseñas seguras.
Mientras te encuentras editando en el procesador de texto Microsoft Word, pulsa en el menú “Herramientas”.
Luego selecciona “Opciones”.
El programa te mostrará una nueva ventana en la que debes marcar “Seguridad”.
Escribe la “Contraseña de apertura”, la que te pedirá para poder abrir y visualizar el archivo. Por otro lado, si lo deseas, puedes establecer la “Contraseña de escritura” que impedirá a los que no sepan el pass realizar modificaciones en el documento.
Haz clic en el botón “Aceptar” para que los cambios sean efectivos.
A continuación, confirma la contraseña de apertura.
En el caso de que la hayas establecido, haz lo mismo con la contraseña de escritura.
A partir de ahora cada vez que desees abrir ese archivo, deberás escribir la contraseña. No te olvides nunca de la contraseña, ya que de no hacerlo te será imposible abrir los archivos y perderás la información.