YouTube es una web de alojamientos de vídeos, sí, desde vídeos de bautizos y comuniones de las familias o vídeos de viajes de ocio hasta canales dedicados o creados por bandas de rock o por los propios canales de televisión convencional. Pero a veces olvidamos que YouTube es también una red social, una herramienta para compartir nuestros mejores momentos (los peores no se suelen compartir, ¿verdad?).
Cuando comienza el año, algunas personas lo toman como un punto de partida de cambio: año nuevo, vida nueva. Y llegan los propósitos de ser un poco mejor (¿o peor?) que el año anterior: dejar de fumar, ir más al gimnasio (o, directamente, ir de una vez por todas), leer más, no comprar todos los gadgets que salgan al mercado, cada cual tiene sus propios propósitos de cambio. Uniendo las dos ideas anteriores: los propósitos del año que empieza y YouTube como red social, Google (propietaria de la web de vídeos) anima a los usuarios a que graben y suban a dicha plataforma sus propósitos del año.
Bueno, ahora que se comparte todo en la red, no parece una mala idea. Aunque depende de cómo se mire. Puede servir de acicate para cumplir las promesas que uno se hace a sí mismo, se puede ver el vídeo en marzo o abril (o en par de semanas), cuando ya nos hemos olvidado de las buenas intenciones. Pero no es menos cierto que, a final de año, ese vídeo servirá casi de examen de conciencia y puede convertirse en un doloroso dedo que señala nuestro fracaso.
Sea como sea, Google anima a los usuarios a que publiquen vídeos en YouTube y confiesen sus objetivos o sus deseos para 2012. Para compartir los vídeos, los usuarios pueden usar un hashtag creado para ello: #awesome2012 (algo así como «genial 2012»). Miles de usuarios confesarán sus propósitos para el año recién empezado. YouTube analizará los vídeos y destacará los cinco más originales.