Los buscadores de Internet ordenan la lista de entradas basándose en varios criterios. Algunos de estos criterios son el análisis de las arañas que ellos mismos mandan, las palabras que aparecen en la página principal de una web concreta, de las palabras que aparecen en los titulares, el número de visitas a esa web y otros factores, todo ello ordenado según un algoritmo (de ahí que se hable a menudo del famoso algoritmo de Google). Se trata de dar el mejor servicio al usuario, es decir, al internauta que está buscando algo. Dicho de otra forma, que cuando alguien busca algo, lo encuentre en las primeras posiciones de la lista, a poder ser en la primera (el «Voy a tener suerte de Google»).

Pero, aunque es verdad que se prima el servicio a los usuarios, no es menos cierto que los profesionales de posicionamiento web, los encargados en una empresa de que su web alcance las primeras posiciones, conocen y utilizan trucos para que la web de la empresa para la que trabajan suba posiciones y aparezca en la primera página de los principales buscadores. Dicho de otra forma, estos responsables, aunque sea con métodos legales, lícitos, varían la lista que ofrece el buscador. Es parte del negocio. Para contrarrestar esto, con el objetivo de que sea el propio internauta el que recupere el control de la red, nace un nuevo buscador que no usa los métodos tradicionales. Se trata de YaCy, un buscador lanzado por defensores del software libre y que quiere ser una alternativa a los grandes buscadores.
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