Cuando comenzó a funcionar Internet sólo había unos pocos nombres de dominios: .org para las organizaciones gubernamentales, .net para los temas de la propia Internet, .com para las web de ámbito mundial y, por último, cada país tuvo su propio código. Pero con la expansión de la red, los nombres de dominios también han aumentado y hemos llegado hasta el punto que incluso la industria del porno va a tener su propia nomenclatura. Nada extraño cuando es uno de los motivos más usados por los internautas para navegar.
Así, los dominios .xxx indicarán las páginas web en las que se aloja porno. Habrá defensores y detractores de esta norma, pero una cosa no se puede negar: de este modo, estarán identificados. Este tipo de dominios están a punto de ver la luz y ya se han comenzado a hacer las reservas pertinentes a través de su patrocinador, ICM Registry.