Entre la tan mencionada crisis y la competencia feroz por captar nuevos clientes, cada vez más gente se cambia de compañía de teléfono móvil. Desde la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones (CMT) de España se dan las siguientes recomendaciones e información sobre un proceso de portabilidad:
1. El proceso de la portabilidad ha de durar como máximo 5 días laborables. Pero es un plazo mayorista, lo que significa que, para el usuario, se puede alargar algo más.
2. Los arrepentidos pueden cancelar la portabilidad, pero sólo hasta un día y medio antes de hacerse efectiva.
3. Si la portabilidad dura demasiado o hay algún problema se puede (y se debe) reclamar ante la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones.
4. En un futuro, la portabilidad se reducirá a un solo día. Al menos, eso es lo que pretende la Comisión Europea. Algunos creen que esto reducirá las contraofertas de las operadoras, aunque se supone que también incentivará la sana competencia.
5. Las cláusulas de permanencia, normalmente de 18 o 24 meses, pueden estar asociadas a la línea de móvil o al terminal. En otras palabras, aunque la razón del cambio no sea un teléfono móvil subvencionado por la compañía, puede que la tarjeta SIM también tenga permanencia.
6. Se puede pedir la portabilidad antes de cumplir el período de permanencia, pero entonces habrá que pagar una penalización proporcional al tiempo que queda por cumplir.
7. Las operadoras no pueden denegar una portabilidad porque haya facturas impagadas.
8. No es obligatorio por ley que la portabilidad sea gratuita. Aunque, en España, tradicionalmente lo ha sido, en otros países europeos sí se cobra por la portabilidad, ya que, en realidad, supone un coste para la operadora.
9. Aproximadamente, un 40% de las peticiones de portabilidad se cancelan porque la operadora hace una contraoferta. Pero, ojo, la operadora no está obligada a hacerla.
10. Cuando se está en el proceso de portabilidad, se puede consultar en qué estado se encuentra desde la aplicación de numeración de la web de la CMT.