Se llama Código 9 a un sistema (principalmente dirigido a adolescentes) para evitar que otras personas (padres, adultos en general) puedan leer las conversaciones de mensajería instantánea como el Messenger o el chat de Facebook. Hace años, el Código 9 se distribuía a través de listas de correo electrónico. Pero los tiempos han cambiado. Según la empresa de seguridad informática Panda, actualmente se está volviendo a dar difusión al Código 9, pero esta vez a través de las redes sociales.
No es éste el único peligro de las redes sociales para los menores. Según el Estudio de Seguridad de Menores en la Red, realizado en junio por la misma empresa, Panda, uno de cada tres adolescentes contacta con desconocidos a través de redes sociales. Luis Corrons, director técnico de PandaLabs, añade que es algo «que seguramente usuarios con fines delictivos conocen y que intentan aprovechar poniendo además todos los medios a su alcance para conseguir contactar con menores». Las sospechas del peligro de los que distribuyen el Código 9 son claras: «lo curioso es que cuando visitas los perfiles y las páginas que se han creado para dar a conocer el Código 9 y echas un vistazo a los seguidores o amigos, no hay prácticamente menores, sino todo lo contrario, lo que nos hace realmente sospechar de quién está interesado en la distribución de este tipo de consejos», concluye Corrons.
Además, se ha aprovechado el verano, cuando los menores se encuentran disfrutando de las vacaciones escolares y tienen más tiempo libre (y quizá habría que añadir que los adultos también están más relajados), para distribuir la información. Corrons aconseja «que haya la máxima confianza entre padres e hijos de forma que no haga falta una vigilancia exhaustiva, que la relación se base en la confianza y así podamos estar todos tranquilos acerca de la actividad de los pequeños en redes sociales».