La duración de la batería es uno de los retos que las compañías del sector de la telefonía móvil quieren solucionar, sobre todo, con los smartphones que consumen mayor energía por las aplicaciones o la conexión a Internet. Un motivo por el que en los últimos tiempos se han abierto diversas líneas de investigación dirigidas a mejorar las recargas y las baterías o bien a que se puedan recargar de forma más sencilla y con mayor duración o con sistemas más respetuosos con el medioambiente.
Ahora llega una nueva investigación que, como poco, puede definirse como sorprendente. Y es que científicos de la Universidad Oeste de Inglaterra-UWE Bristol han conseguido recargar la batería de un smartphone con orina humana. ¿Cómo es posible?.
La investigación
Esta investigación se ha centrado en la orina humana para conseguir recargar el terminal móvil. Para ello, los científicos utilizaron celdas de combustible biológico alimentadas con orina humana con capacidad para generar la cantidad de energía precisa para proceder a la carga de los móviles.
Esta investigación se basa en una pila de combustible microbiana o también conocida como MFC en la que se emplean bacterias que descomponen materia orgánica generando energía. Con este principio, los científicos han empleado la orina humana para alimentar esta pila y generar de esta manera la energía precisa para la carga del dispositivo.
Una investigación con la que estas celdas de combustible biológico, que ya se descubrieron hace aproximadamente una década, pueden tener una nueva utilidad puesto que nunca se había conseguido que fuesen viables para ser empleadas y comercializadas.
Todas estas pruebas se han realizado para recargar la batería de un teléfono Samsung, permitiendo encenderlo, enviar un mensaje SMS, navegar en la web y hacer una llamada breve. Unos resultados que se han conseguido a pesar de la limitación de la carga, que todavía es mínima.
No obstante, es un primer paso y un importante avance porque la investigación ha permitido comprobar que el concepto funciona y que sólo hay que perfeccionarlo o introducir algunas mejoras.
Y es que este sistema puede ser de gran utilidad para zonas en las que es difícil acceder a energía, así como en áreas rurales de los mercados emergentes para contribuir a su acceso a las nuevas tecnologías y a la telefonía.