Dos de los grandes problemas de los ordenadores de sobremesa son el ruido y el calor. Sin duda, ambas cosas pueden provocar estados nerviosos en los usuarios apacibles. De hecho, ¿a quién no se le ha apagado el ordenador en medio del trabajo porque se había sobrecalentado? ¿Quién tiene un ordenador de sobremesa potente y silencioso? Casi nadie.
Pero aquí os queremos ofrecer alguna solución práctica para acabar con el problema del calor y del ruido. Eso sí, es una solución sólo para valientes. Pero, al parecer -según hemos visto en otros usuarios- funciona: sumergir nuestro ordenador en aceite mineral. Vamos a ver cómo y por qué.
Lo cierto es que, a primera vista, el asunto suena muy mal y, desde luego, sospechos. ¿Sumergir nuestro ordenador en aceite mineral? Eso suena más a cocina que a tecnología.
Pero sí, no nos hemos equivocado. El aceite es un refrigerante muchos más potente que el aire (que es el medio habitual de refrigeración mediante ventiladores). Se asemeja al agua pero tiene una ventaja sustancial: no conduce la electricidad. Por eso, no puede dañar la electrónica ni provocar indeseables cortocircuitos.
En la foto de portada se ve claramente: un Mac Book Pro funcionando desmontado en una balsa de aceite mineral.
Y por si desconfías de la foto de portada, te dejamos a continuación un vídeo que muestra un ordenador de sobremesa íntegramente sumergido en aceite mineral. Es una posibilidad estrambótica, pero si estás harto de que se cuelgue tu ordenador, de que haga ruidos de ventilador indeseables, etc, esta es sin duda una opción a tener en cuenta.
Buenas tardes: llevo en la informática… ni se sabe. Con indicarle que conocí la época ochentera de los ZXSpectrum, Comodore Vic 20, Atari, Amstrad… Con ellos me inicié en la programación.
Ahora, con mi ilusión puesta en solventar el tema del calor en los ordenadores, el pensar que puedes sumergir en un líquido refrigerante, generando silencio, ahorro, y el líquido lo puedes mantener a 8-10 grados en viscosidad óptima, da una tranquilidad magnífica; solo queda ponerle unos puntos de absorción que permita ir retirando el aceite que esté caliente para pasarlo a zonas de enfriamiento, mientras que en su desplazamiento se ve de modo inmediato sustituido por otro en temperatura óptima.
Gran consuelo, generar un diseño, donde los motores de succión y/o inyección del aceite mantengan ese ciclo de refrigeración a un nivel adecuado. Ojalá lo sepa como encauzar: a lo mejor lo experimento con un pentium 2 con 4 Gb y un disco de 300 Gb, con un Linux instalado. Dentro de los márgenes de seguridad, vale la pena…