Son muchos los ordenadores con cámara, especialmente, los portátiles y las tabletas. En realidad, casi cualquier nuevo modelo lleva incorporado una cámara web. Pero a alguien se le ha ocurrido darle la vuelta a la tortilla y ofrecer lo contrario: una cámara que cuenta con un ordenador. Parece lo mismo, pero no lo es.
Desde luego, este dispositivo tan especial no es para aquellos usuarios que buscan el menor tamaño posible en sus gadgets. Pero no puede ser de otra forma si se quiere disfrutar de un ordenador que va metido dentro de una cámara. Pero, con todo lo que ofrece, su tamaño es realmente pequeño. Hablamos de la cámara Currera-G.
Está claro que esta cámara no es un dispositivo de consumo masivo. Pero a muchos «cazagadgets» les va a encantar. La Currera-G mide tan sólo 62 x 62 x 105 milímetros y pesa solamente 260 gramos. Así que, finalmente, tampoco se trata de un armatoste.
Dentro de la Currera-G se incluye un procesador T56N con una potencia de trabajo de 1,6 Ghz y doble núcleo, memoria RAM de 2 GB y TDP de 18 vatios. Además, se incluye un puerto micro HDMI, una entrada Ethernet y varios puertos USB.
En la cámara-ordenador, como no podía ser de otra forma, se pueden conectar los periféricos más habituales, como una pantalla, un teclado y un ratón, así como una unidad de almacenamiento externo. También se puede usar como escritorio remoto a través de la red. Funciona con los principales sistemas operativos, Windows y Linux. Por último, cuenta con extras como tecnología de ahorro de energía.
Sin duda, la característica más reseñable es que, al poder procesar las imágenes desde el ordenador interior, la cámara queda para lo que ha sido diseñada: tomar imágenes rápidamente y con gran calidad. A través de una conexión PCI de enorme calidad, las imágenes pasan rápidamente a la memoria del ordenador. Ya no tendremos que transferir nuestras imágenes al ordenador. Llevaremos éste con nosotros.