Las direcciones IPv4 son uno de esos protocolos que hacen que Internet funcione, como los protocolos http, TPC/IP, POP, SMTP, LAN… En realidad, Internet es un conjunto de protocolos indispensables para que la información no se pierda entre todos los ordenadores del mundo y el conjunto de los cables que los conectan entre sí, para que ese mail que te manda tu amiga desde Brasil te llegue a ti y a nadie más que a ti. Y todo ello, en realidad, no son más que números. Perfectamente ordenados, eso sí. ¿Pero qué ocurre cuando esos números se acaban y ya no se puede utilizar un protocolo en concreto?
Es lo que está ocurriendo (de hecho, ya ha ocurrido) con el protocolo IPv4, que se han usado todos los números. Pero, no hay por qué preocuparse. El protocolo IPv6 viene al rescate. Y, además, llega con la promesa de no acabarse nunca. ¿Nunca? Al menos, no lo veremos nosotros.
El caso es que el protocola IPv4 usaba un sistema para asignar direcciones web de un modo que estaban limitadas a 4.294.967.296 direcciones únicas. Para entendernos, es como si, en una ciudad, sólo pudiera haber ese número de buzones y, una vez asignados todos, los nuevos ciudadanos no pudieran tener su propio buzón para que les lleguen las cartas. Hemos llegado a una situación tan límite porque, cuando se creó el IPv4, nadie pensó que Internet tendría el crecimiento que finalmente ha tenido. Así que las direcciones se han acabado. Oficialmente, las direcciones del protocolo IPv4 se agotaron el jueves 3 de febrero de 2011.
Además del crecimiento desmesurado de Internet, ha habido otros factores que han llevado a que se acaben estas direcciones. Por ejemplo, el reparto de las mismas no ha sido proporcional (ni siquiera en un reparto virtual somos capaces de ser justos para todos los países). Además, sólo el 14% de las direcciones IP se utilizan de forma efectiva, las otras están repartidas en megapaquetes que se asignaban a países enteros o a empresas y que ya no se pueden usar. El nuevo protocolo IPv6 proporcionará la posibilidad de asignar 340 sextillones de direcciones IP (direcciones web). Parecen más que suficientes…
A efectos prácticos, cualquier proveedor de Internet tiene que proporcionar el servicio para el protocolo IPv6. En principio, es un tema técnico sin ninguna complejidad, pero (¿quién se fía a estas alturas de las compañías telefónicas?) lo mejor es asegurarse llamando e informándose sobre si nos dan el servicio y desde cuando.