Si nunca se había pensado al uso de los teléfonos móviles como algo contagioso, ahora podemos empezar a hacerlo. Suena raro, y lo es, pero si lo pensamos nos daremos cuenta de que este estudio del que hoy os hablaremos tiene más razón de lo que, a priori, parece.
Y es que un equipo de investigadores de la Universidad de Michigan ha demostrado que el uso de teléfonos móviles aumenta para evitar la interacción con otros de manera pública y, sobre todo, que si vemos a alguien utilizando un teléfono móvil, tenderemos a coger de manera refleja también el nuestro. Vamos a descubrir cómo puede ocurrir esto.
Si lo pensamos bien, el efecto es muy parecido al que ocurre con el tabaco: muchas veces fumamos para escudarnos y protegernos y para sentirnos seguros. De la misma forma utilizamos el móvil. Y cuando vemos a alguien fumar -si somos fumadores- tendemos a fumar nosotros también. Pues bien, lo mismo vuelve a ocurrir con el móvil.
Para demostrar que el uso del móvil era contagioso, el equipo investigador realizó un estudio etológico: se analizó detalladamente cuál era el comportamiento de los estudiantes de la Universidad de Michigan en público, tanto en pasillo como en los comedores.
El estudio demostró que las personas utilizan más el móvil si hay otras personas cerca utilizándolos. ¿Cómo se le llama a esto si no contagio?
Las mujeres que estaban cerca de mujeres aumentaban el uso del teléfono móvil un 32% y los hombres en presencia de hombres un 25%. El 34% de los individuos cogía su teléfono móvil si observaba a otra persona con su móvil. Dato significativo.
De manera que ahora conocemos un poco mejor de qué manera los móviles influyen en el proceso de sociabilización de los tiempos que corren, tan distinto a lo que ocurría, por ejemplo, hace apenas 20 años.