Si los últimos eventos deportivos mundiales han servido para medir las posibilidades de las retransmisiones por Internet y en alta definición, el Mundial de Fútbol de 2010 que se celebrará en Sudáfrica será el punto de partida y prueba de fuego para la televisión en 3D.
Sony ha llegado a un acuerdo con la FIFA para encargarse de la producción y retransmisión en tres dimensiones de hasta 25 partidos de la fase final. Para ello se usarán cámaras Sony preparadas para grabar en este formato.
Dado que el Mundial se celebra en verano, las marcas, entre ellas Sony, han tenido medio año para empezar a introducir en el mercado los televisores y dispositivos que permiten recibir la señal en tres dimensiones. El CES 2010, celebrado en enero, fue el evento en que muchos de estos modelos, incluyendo los Bravia de Sony, se presentaron al público y provocaron el ansia consumista, al igual que ocurrió en el pasado mundial de fúltbol con los televisores LCD y de plasma.
La visión estereoscópica o estereovisión es una técnica ya conocida y utilizada en la
fotografía de principios del siglo XX. A finales de ese mismo siglo, el cine en tres dimensiones era habitual. Pero no es hasta la primera década del siglo XXI cuando comienzan a verse los primeros sistemas comerciales de televisión en 3D, basados en la captación, transmisión y representación de dos imágenes similares desplazadas la una respecto a la otra y polarizadas. Aunque se experimentó algún sistema sin que se necesitaran gafas con filtros polarizados para ver las imágenes, como el de la casa Philips, no tuvieron el éxito deseado. Así, los sistemas existentes, basados en el mismo principio que el cine, precisan de la utilización de filtros de color: rojo para el ojo derecho y cian para el izquierdo.
El sistema de captación está compuesto por dos cámaras debidamente adaptadas y sincronizadas. Además, se procede al monitoreado de las imágenes captadas para poder corregir en tiempo real los defectos propios del sistema. Normalmente se realiza una posterior postproducción donde se corrigen los defectos inherentes a este tipo de formato (aberraciones, diferencias de colorimetría, problemas de convergencia, etc.).