A todos los que leéis este blog os parecerá lo más normal del mundo tener acceso a internet. Para los más jóvenes, formará parte de vuestra vida desde siempre. No habéis conocido otra cosa. Internet siempre ha estado ahí para vosotros. Sin embargo, somos unos privilegiados, la minoría, la élite tecnológica, ya que dos tercios de la población mundial no tiene acceso a internet.
Es la brecha tecnológica que separa dos mundos bien distintos: un mundo con acceso a todo tipo de información y otro mundo que sólo puede acceder a una información restringida, mínima. O, dicho de otro modo, un mundo lleno de posibilidades para desarrollarse en multitud de ámbitos y un mundo prácticamente condenado al fracaso.
Grandes empresas tecnológicas quieren revertir esta situación y ofrecer conexión a internet hasta a la aldea más recóndita del planeta. Una humanidad unida que pueda compartir conocimiento y prosperar. Ése es el ambicioso objetivo de este nuevo proyecto, Internet.org, impulsado por empresas como Ericsson, MediaTek, Opera, Samsung, Facebook, Nokia y Qualcomm.
La iniciativa se tiene que enfrentar a varios retos. Del mismo modo que cualquier persona tendría que tener acceso a comida, agua potable y medicinas básicas, debería tener la posibilidad de conectarse a internet. La red significa posibilidades de desarrollo, de negocio, de educación, de comunicación, de aprendizaje.
Inversión en tecnología
Hasta un simple mensaje que sólo lleve texto y que sólo suponga unos pocos kilobytes de información necesita un ancho de banda, un recurso que no existe en muchos lugares del mundo. Los socios de Internet.org invertirán en software y herramientas para que los servicios y las redes de datos funcionen adecuadamente en cualquier lugar del mundo donde viva alguna persona.
Se necesita, también, la colaboración de profesionales de las nuevas tecnologías, desarrolladores, así como de los operadores de telefonía móvil y de los fabricantes de dispositivos para que ofrezcan productos acordes para cada comunidad. No se trata de llevar el último modelo de iPhone a una aldea recóndita de la selva, sino de que se puedan conectar con el resto del mundo. Si lo desean, claro.