El modelo de Acer patrocinado por Ferrari es mucho más que un miniportátil vistoso por su diseño. El color rojo de su exterior y el emblema de la famosa marca italiana de coches significan que, por dentro, es una máquina bien engranada. Un procesador de doble núcleo AMD Athlon X2, una memoria caché con 512 KB de nivel 2, memoria DDR2 a 800 MHz y una tarjeta gráfica ATI Radeon HD 3200.
Se completan las prestaciones técnicas con una pantalla LCD TFT de 11’6 pulgadas en alta definición y formato 16:9, con una resolución de 1366 x 768 píxeles (los vídeos en 720p se verán perfectamente), con retroiluminación por LED y webcam incorporada Acer CrystalEye, un sonido Dolby Home Theater v3 y una autonomía en la batería de cinco horas. En cuanto a la conectividad, incluye tres puertos USB, salida para VGA para monitores, lector de tarjetas de memoria, Wi-Fi, 3G, entrada para cable Gigabit Ethernet y Bluetooth.
Otros detalles hacen de este miniportátil de Acer un ordenador muy especial. Incluye una tecla que inicia al instante el navegador de Internet. También incluye un exclusivo panel táctil que ofrece la posibilidad de multigestos para navegar por la red con mayor agilidad y comodidad. La zona de apoyo de manos, con efecto carbono, una de las grandes mejoras respecto a anteriores modelos, es muy confortable.
En cuanto a los detalles puramente visuales, el exclusivo escritorio Ferrari muestra calendarios y temas que se actualizan automáticamente y que harán las delicias de los aficionados a la mítica marca del caballo rampante y, en general, de cualquier amante del motor. Además, en el escritorio hay un espacio reservado para gestionar las aplicaciones favoritas y los documentos más importantes y más usados. Viene con Windows 7 Home preinstalado. Por poner alguna pega, no es precisamente ligero tratándose de un miniportátil: pesa 1,5 kilogramos.