El mayor ciberataque de la historia fue un bulo


Ayer todos los periódicos nacionales se hacían eco de un hecho curioso: en Internet había explotado la guerra entre dos empresas (Cyberbunker y SpamHaus) y eso había provocado el colapso de muchos servidores en varios países.

A continuación repasamos en qué consiste un ataque cibernético y qué ocurrió realmente ayer. Pues, efectivamente, los medios han exagerado mucho la situación y hay bastantes voces que alertan de que se trata de un bulo.

SpamHaus es una compañía que periódicamente publica en listas a las empresas que apoyan las formas de spam. Su intención última es limpiar Internet de la información basura que cada día asalta nuestros correos.

Pues bien, entre las empresas seleccionadas en su última lista se encontraba Cyberbunker, una compañía de almacenamiento que da cabida a empresas ilícitas en sus servidores. Como curiosidad, merece la pena señalar que Cyberbunker ha montado su sede en el antiguo cuartel de la OTAN de 1955 (ver imagen de portada). Todo muy bélico, sí.

Lo que ocurrió es lo siguiente. Al ser incluidos en la lista negra, los chicos de Cyberbunker decidieron realizar un ataque cibernético mediante un procedimiento conocido como DDoS.

Esta técnica es muy sencilla: se trata de saturar los servidores con peticiones de acceso u otros, de manera que el servicio de una página web queda interrumpido por el exceso de demanda (algo así como morir de éxito). Los periódicos decían que el ataque había sido tan masivo que se había ralentizado la velocidad de Internet en todo el mundo.

Exageranción y bulo

Los medios cifraban el ataque en la cantidad de 300 gbps y señalaban que había sido el más intenso que nunca se había registrado en la red. Sin embargo, parece que hay muchas dudas acerca del alcance real de esta noticia.

Expertos señalan que un ataque de 300 Gbps no es, hoy en día, particularmente intenso. ¿Por qué? porque los datacenters más avanzados de Europa suelen manejar 2500 Gbps de ancho de banda. Además, este ancho de banda se reparte entre conexiones redundantes con otros datacenters. El resultado es que un ataque de 300 Gbps no puede tener como impacto la ralentización de todo Internet. En resumen, los medios están equivocados.

Y aún hay más. Fuentes expertas propagaron ayer notas técnicas explicando que, en realidad, el asunto no había sido otra cosa que un bulo. En definitiva, no sabemos a qué atenernos. El mundo virtual es profundamente desconocido y extraño. Pero una cosa está clara: en él se darán los combates del futuro. Eso es lo que hoy hemos aprendido.

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