Si te compraste el ordenador hace cinco o seis años seguro que ya estás notando que éste empieza a renquear y a comportarse como si fuera un aparato de segunda mano. Las continuas actualizaciones de software y los programas que instalamos hacen que el ordenador funcione cada vez más lento. Pulsas el botón de inicio y a esperar a que éste se decida a terminar de arrancas. ¿Desesperante, verdad? Tú puedes conseguir que esa espera sea más corta y que el ordenador arranque como si fuera nuevo con los trucos que detallamos a continuación.
El sistema operativo de Windows permite que retrases el arranque del antivirus. Resulta que este programa que protege al ordenador de las agresiones externas hace que el arranque sea mucho más lento. Para configurarlo solo tienes que pulsar las teclas Windows + r y escribir ‘services.msc’. Te aparecerá una ventana de servicios. Localiza el antivirus y en propiedades configura cuándo quieres que se inicie.
Desfragmentar el disco
Supongamos que ya has configurado el antivirus para que se inicie unos minutos después del arranque del ordenador, pero éste sigue funcionando muy lento. Lo que necesitas es desfragmentar el disco duro. Cuando se borran ficheros o se cambian de lugar hay espacios en el disco que quedan en blancos y provocan que el ordenador vaya más lento. Se aconseja hacer una desfragmentación del disco periódicamente.
Para desfragmentar el disco has de ir al menú de inicio, todos los programas, accesorios, herramientas del sistema y desfragmentador del disco. Una vez lo hayas hecho no olvides pulsarle a la opción liberalizador de espacio en el disco.
También puedes hacer que el ordenador arranque más rápido personalizándo el arranque del sistema. Windows permite a los usuarios personalizar el equipo de manera que se ajuste para obtener el mejor rendimiento. Esta opción ofrece muchas posibilidades para cambiar la apariencia del ordenador.