Durante los años anteriores, desde que Internet se hizo imprescindible para la mayor parte de la sociedad, la banda ancha ha sido un enorme negocio para los proveedores de telefonía en España. Sin embargo, se ha llegado a un punto de inflexión: por primera vez en la breve historia de la red, en 2010, el número de contrataciones de banda ancha no aumentó.
Los ingresos de las operadoras por contrataciones de banda ancha cayeron un 0,7% en 2010, hasta los 3.847 millones de euros. ¿Será la crisis, será que el mercado ya está saturado (todos tienen ya banda ancha), serán las nuevas tecnologías, el acceso a Internet móvil, rápido y fiable? A todo ello hay que sumar que cada vez hay más promociones, más competencia y los descuentos abaratan el precio.
Si se suma a esta disminución de los ingresos por contrataciones de banda ancha, la caída de los ingresos por contrataciones de líneas fijas, de móviles y de servicios audiovisuales, en total, el sector redujo un 4% su facturación durante 2010, llegando a un total de 38.700 millones de euros, según datos publicados por la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT).
Así, el negocio de la telefonía fija cayó un 7,7% en el cuarto trimestre, hasta los 1.378,88 millones de euros, a causa del descenso del número de líneas de 154.000 y de precios en un 5,5%.
La caída de precios ha sido aún mayor en los teléfonos móviles. El precio medio de las llamadas desde el móvil se rebajó un 9% y el precio total de los servicios de móvil lo hizo en un 12,2%. En definitiva, en 2010, los ingresos procedentes de la telefonía móvil fueron de 14.012,6 millones de euros, un 3,6 % menos respecto al año anterior. En televisión, los ingresos por servicios audiovisuales alcanzaron los 4.254 millones de euros.
En resumen, las compañías de telefonía tienen menos ingresos. Pero, visto desde el otro lado, supone, al menos en teoría, que el consumidor paga menos por recibir los mismos servicios.