El acceso remoto, no tiene ningún misterio y se puede definir como la capacidad de acceder a un ordenador desde una ubicación remota. Programas como PC Anywhere (Windows), Remote Access (Mac) y Tombuctú (Windows y Mac) permiten a los usuarios poder controlar ordenadores que se encuentran lejos del equipo local que va a acceder a ellos.
Para que una conexión de acceso remoto se pueda realizar de manera correcta, el equipo local debe tener el software del cliente remoto instalado y el equipo remoto debe tener el software instalado en el servidor remoto. Además, un nombre de usuario y una contraseña serán necesarios para poder acceder al ordenador. Se debe autenticar al usuario que está realizando la conexión.
Esta posibilidad de acceder de manera remota a un equipo, es más que eso, ya que nos permitirá controlar la máquina una vez que la conexión se haya realizado. Esto es ideal para personas que trabajan a veces desde casa y para los administradores de servidores, que a menudo tienen que actualizar y realizar cambios en las máquinas de su servidor.
La mayoría de los programas de acceso remoto también permite a los usuarios transferir archivos entre los ordenadores locales y los remotos, lo que puede ahorrar mucho tiempo. Si bien el acceso remoto puede ser útil para mucha gente, no permitas su instalación si no lo consideras absolutamente necesario. Si no lo instalas, te podrás quitar de encima una preocupación más sobre la seguridad de tu ordenador. Recuerda que mediante él, se puede acceder a los archivos, dispositivos periféricos (impresoras), configuraciones, etc.